La palabra chatarra nos viene dada del término en euskera txatarra, donde significa viejo, dándonos a entender que todos aquellos materiales que ya no nos son de utilidad, son chatarra, ya se traten de residuos domésticos, industriales, peligrosos, biomédicos u electrónicos.
La chatarra nunca puede ser un producto primario, pero puede generarse durante la extracción de la propia materia prima, en su proceso de transformación o tras el consumo del producto final.
Por lo general, es una acepción que asociamos principalmente a desechos metálicos y actualmente modernizado el concepto gracias a la amplia posibilidad de reciclado, haciendo de la chatarra un recurso valioso. Por tanto, la industria de la chatarra es la principal responsable de la reutilización de materiales que no son biodegradables.
¿Cómo se desarrolla el proceso de tratamiento de la chatarra?
El proceso de reciclaje comienza en cada uno de nosotros; desde nuestra oficina, desde cada hogar, donde clasificamos los residuos y los depositamos en el contenedor específico según su naturaleza: vidrio, envases plásticos o metálicos, cartones y papel…
De ahí serán trasladados a las plantas de reciclado adecuadas para tratarlos y volverlos a convertir en futuras materias primas que volverán a la cadena de producción. A menudo recorriendo medio mundo, según el tipo de materia de la que se trate y dónde sea adquirida, para dar lugar al verdadero proceso de recuperación.
En primera instancia, los operarios de los centros de tratamiento clasifican manualmente la chatarra, de manera que se puedan separar aquellos desechos que van mezclados con otros materiales. Después, para terminar de pulir este paso serán introducidos en fragmentadoras donde pasarán un proceso magnético y serán tamizados hasta quedar completamente separados.
De ahí, las chatarras metálicas que son las que nos ocupan, viajarán a las fundiciones donde, a modo de materia prima, serán sometidas a elevadísimas temperaturas para eliminar las impurezas y licuarse. Una vez en estado líquido, volverán a verterse en moldes para convertirse en nuevos productos.
Imaginad la repercusión medioambiental y el ahorro económico que supone este proceso tan necesario en la sociedad en la que vivimos, donde se agotan los recursos naturales a pasos agigantados y es tan necesaria una actitud de colaboración y protección de nuestro entorno.
A modo de ejemplo, os indicamos que la industria siderúrgica de nuestro país recicló a lo largo del año pasado más de 10 millones y medio de toneladas según los datos publicados en UNESID, generando un beneficio de casi 1.700 millones de euros para la economía española en 2014.
¿Conocíais el proceso de reciclado al que son sometidas las chatarras metálicas? ¿Os parece que estamos lo bastante concienciados sobre la importancia y necesidad del reciclado de los residuos? Dejadnos vuestros comentarios, os esperamos.
Etiquetas: chatarra, materiales, metales, residuos
Publicado por José Jareño S.A. el Viernes, 29 de mayo del 2015