Si hablamos de concienciación medioambiental y aún más, de cultura del reciclaje, lo primero que nos viene a la mente es Japón. Un país de costumbres donde el limitado espacio y la sobrepoblación aceleraron la creación de normas que regulasen los residuos desde la década de los 60 convirtiéndose así en el padre del reciclaje.
Desde 2001, cuentan con una Ley Fundamental de la Sociedad de Ciclo Sano de Materiales; un sistema de reaprovechamiento y reciclado muy elaborado y preciso del que poder deshacerse de las más de doce toneladas diarias de residuos que se generan en esta isla.
Mientras que aquí puedes llevar a reciclar tu basura cuando quieras, en el país del sol naciente cada vecindario tiene unas estrictas normas y horarios de reciclado que te son comunicadas al mudarte allí. Un folleto de más de 30 páginas sobre el protocolo de deshechos te da la bienvenida al llegar.
Separar, lavar, secar, etiquetar y almacenar son los pasos habituales que un japonés sigue a la hora de deshacerse de su basura.
Dependiendo del tipo de residuo, deberás depositarlo en los sitios habilitados para ello en un horario y día de la semana concreto. Algunos elementos, como los bricks, han de ser enjuagados y plegados de un modo específico para su reciclaje. Mientras que la basura poco común (mobiliario, electrodomésticos, etc.) han de ir incluso etiquetados con tu nombre. Esto se debe a que los camiones de recogida son específicos para cada tipo de residuos y los trituran sobre la marcha para poder ir directamente a las plantas de reciclaje.
Las bolsas donde se deposita la basura, también han de ser reglamentarias si esperas que tu basura sea recogida, y no pueden exceder de determinado paso y tamaño.
Japón no dispone de papeleras en la calle: cada habitante es responsable de los residuos que genera y debe llevarlos a casa para gestionarlos del modo correcto. Los únicos sitios donde puedes encontrar contenedores de reciclado básico (papel, vidrio, latas y plásticos) son las estaciones de tren y los ‘konbini’; unos establecimientos que funcionan a modo de supermercado 24 horas.
Si no se siguen el procedimiento adecuado, la basura te será devuelta con una nota informativa sobre el modo en que debe reciclarse, algo que, por razones obvias, sucede con mucha frecuencia a los extranjeros que llegan al país.
La concienciación es básica para que este sistema funcione y, además de inculcarse desde escuelas y hogares desde la más tierna infancia, hay una serie de medidas que incentivan estas conductas a través de sistemas de puntos por cada residuo reciclado con el que acceder a descuentos o tickets de transporte público.
Actualmente, más del 90% de la población japonesa alcanza una tasa de reciclado perfecta, sirviendo de ejemplo para el mundo y liderando los congresos internacionales respecto a estos temas.
En España, aunque no alcanzamos cotas tan elevadas, hemos crecido con fuerza en los últimos años: a finales de la década de los 90, cuando ellos ya sobrepasaban el 40%, apenas un 5% de los españoles reciclábamos, y actualmente nuestra cifra se ha elevado a un 70%. Destacando principalmente el aprovechamiento que se hace del papel, cartón y cristal así como de las chatarras metálicas; principalmente hierro, cobre y aluminio.
¿Sueles separar y clasificar tus residuos para reciclarlos? ¿Qué medidas serían convenientes para alcanzar un porcentaje de reciclado similar al de Japón? Dejadnos vuestros comentarios.
Etiquetas: residuos
Publicado por José Jareño S.A. el Viernes, 21 de agosto del 2015